Entrevistas & Reportajes

16 DE OCTUBRE DE 2013. TRINCHERAS
Tema: Instituto Hernando Arias de Saavedra
CONFERENCIA

MARIO RAPOPORT ANALIZO LA COYUNTURA ECONOMICA EN UNA CHARLA EN POSADAS

http://www.semanariotrincheras.com.ar/news/ldquo-en-alg-uacute-n-momento-hay-que-hacer-la-reforma-tributaria-y-va-a-causar-m-aacute-s-picaz-oacute-n-que-el-tema-retenciones-rdquo.html



En una conferencia organizada por el Instituto Hernando Arias de Saavedra, el economista, y doctor en historia Mario Rapoport, autor de una veintena de libros sobre la historia económica y política argentina y latinoamericana, y agudo intérprete del presente nacional; analizó las transformaciones operadas en la realidad socioeconómica del país en la última década. En la conferencia de prensa previa a su disertación, brindada el miércoles pasado en un hotel céntrico de esta ciudad, Rapoport remarcó la necesidad de entender al país con sentido federal: “Me parece que es fundamental que la Argentina no es Buenos Aires sin el interior, el país es un país federal integrado por distintas provincias, por una capital y eso es lo que tenemos que tratar de inculcar en la gente; y esta provincia pertenece a este país, no es un patio interior como lo fue Latinoamérica para EEUU”.
En el mismo sentido, señaló que “Posadas es una gran ciudad que refleja el MERCOSUR, y el crecimiento de la región en el proceso iniciado en 1985, que a pesar de marchas y contra marchas, y a pesar de que no se siguieron las políticas adecuadas se fortaleció, creció.
En plan de fijar las prioridades de la etapa que se viene, el economista sostuvo que lo esencial es no retroceder hacia las políticas del pasado que culminaron en la crisis de 2001” y manifestó su confianza en el contexto regional favorable a las políticas de desarrollo nacional: “Yo soy optimista y veo que estamos en un mundo que va hacia adelante, Europa y EEUU están en un mundo estancado y que retrocedió a pesar que aún tienen la disuasión de las armas y tenemos los países emergentes que tenemos que aprovecharlos inteligentemente, porque negociar con China no es fácil, pero estamos en una situación bastante buena en un mundo en crisis”, estimó Rapoport.
En términos específicos, y fijando una prioridad que coincide con la visión del gobierno misionero, que insiste en que la cuestión impositiva es el pilar del cambio social, posible sólo a partir de la redistribución de ingresos por parte del Estado, indicó que “en algún momento hay que hacer la reforma tributaria, y eso, evidentemente, va a causar más picazón que el tema retenciones”.
Respecto a Misiones el reconocido economista del Plan Fénix y profesor de la UBA precisó que “la construcción de Yacyretá y otras obras públicas que se terminaron después de largos años, ha cambiado la faz de Misiones, Posadas es una gran ciudad”, reiteró. “Una de las razones –dijo- ha sido el impulso que le ha dado el Mercosur a esto, hoy nos damos cuenta de que estamos en una región y que sólo esta idea de región, que iluminó a los Libertadores, es la que nos va a permitir enfrentarnos mucho mejor al mundo”.



Discusión colectiva
“Si nosotros tuviéramos las armas colectivas –siguió explicando- para discutir con el mundo, el tema de la deuda por ejemplo, tendríamos mucha más fuerza para lograr mejores resultados que los que logramos hasta ahora, para transformar aquello que nos hicieron los enemigos de afuera y de adentro porque no tenemos que olvidar – volviendo al tema de la deuda – que la Argentina fue uno de los primeros países que a principio de siglo planteó que los problemas que tienen que ver con litigios en función de deudas adquiridas con el exterior o inversiones extranjeras realizadas en el país tenían que resolverse en jurisdicciones nacionales. Lo que se hizo en los 90 fue todo lo contrario, ceder toda nuestra propia soberanía a esos intereses extranjeros que tuvieron el resultado que conocemos”.


Un mundo diferente
“La aparición de los países emergentes como China ha ayudado a crear un mundo diferente. Obviamente como dicen en las películas, la fuerza del mal está allí. Los intereses que defienden ese tipo de desarrollo desigual que ha sufrido el mundo en los últimos años y mucho antes todavía, están y persisten y lo vemos en Europa donde van a causar la ruina de esos países, no la ruina de los Bancos y las grandes empresas sino de los pueblos. Debemos evitar volver a las políticas del pasado que nos llevaron a 2001. Este es el punto esencial que hay que remarcar, es imposible volver al pasado, creo que esta década que hemos vivido nos ha mostrado que es posible y necesario salir de esa trampa a que nos llevaron las políticas neoliberales. Aquí estamos para entrar en una nueva etapa en la que podamos construir el país que merecemos, no que merecen unos cuantos sino que merecemos todos”.


Un Vacío de 30 años 
Rapoport destacó especialmente en su presentación que para mantener el rumbo de los cambios operados en la última década, ante el proceso que se viene, es esencial contar con cuadros preparados capaces de defender el modelo nacional y popular ante “el enemigo de adentro”, y, ante una pregunta sobre si hay un déficit de cuadros en la actualidad, respondió remarcando los efectos de las políticas represivas que culminaron en el terrorismo de Estado y la acción del neoliberalismo: “Evidentemente un vacío de 30 años de formación de los sectores más lúcidos se paga, no es gratuito. Hablemos de las escuelas técnicas que las destruyeron y con ella la enseñanza universitaria en lo tecnológico, en ingeniería, en biotecnología, un país de abogados y de contadores tiempo, es un país exportador, no es para un país industrial”, sentenció.
“No digo que no deben existir (las profesiones liberales) pero lo deben hacer en una medida lógica, entonces necesitamos un país con gente que se dedique a profesiones que realmente se necesiten para hacer esas transformaciones”.
“Hubo una destrucción educacional muy fuerte –prosiguió- en principio la destrucción de la educación pública suplantada por una educación privada de dudosa calidad, porque no es mejor que la pública. Incluso en el ambiente universitario, los principales profesores de las privadas y de otros lados provienen todos de la Universidad pública y las mejores cabezas se forman en la pública. Luego la tarea del CONICET, está permitiendo crear una camada de investigadores que se están formando y que van a dar muchos frutos. La producción científica ha crecido muchísimo en los últimos años y sobre todo ha crecido en la producción de una nueva forma de pensar el país. Antes en economía con el neoliberalismo no se tenía una lógica de buscar verdaderas soluciones a los problemas económicos. Eso ha ido cambiando, se ha ido cada vez más hacia una mirada interdisciplinaria, una mirada que comprende que para resolver los problemas del país no hay que mirarlos solamente desde el punto de vista económico sino ver lo político, lo social, el contexto internacional en que vivimos y vincularlo entre sí para poder encontrar los caminos de una solución a nuestros problemas”.
“Por suerte nosotros después de 2001, 2002, sobre todo después del 2003 hemos logrado ir superando de a poco pero aún falta mucho. Falta mucho porque hay tareas pendientes y falta mucho porque todavía hay que terminar de crear una conciencia en la gente que después de 30 años de lavado de cerebro que hubo en la Argentina – desde el 1976 hasta 2002 – que además deformaron en gran medida generaciones de argentinos que primero descabezaron con la dictadura a gran parte de la dirigencia sindical, intelectual, política, más lúcida que tuvo el país y luego a través de la educación produjeron personas que no están capacitadas para enfrentarse con las realidades del país y para cambiarlas. Recién en los últimos 10 años se ha producido un cambio importante y recién ahora podemos decir que se están formando los cuadros que el país necesita. El país necesita cuadros preparados técnicamente e ideológicamente para enfrentar una etapa nueva de desarrollo que implique la adopción de medidas coyunturales para solucionar los problemas sino también la adopción de un verdadero plan de desarrollo de mediano y largo plazo que nosotros empecemos a pensar de nuevo en el largo plazo, que vaya más allá de los Gobiernos y recuerdo siempre un artículo de Keynes en 1930 en plena crisis. Ese artículo se llamaba Qué economía le heredaremos a nuestros nietos?, uno piensa… el mundo en 1930 estaba en plena crisis y este hombre pensaba en sus nietos -y decía que el hombre estaba desesperado pero en realidad no hay nada por desesperarse-, porque el progreso técnico ha sido tal, que tenemos la posibilidad de darle a nuestros nietos una vida mucho mejor a pesar de la crisis que se vive. El problema no son los recursos científicos, tecnológicos que tiene el mundo sino las brechas por las que se van esos recursos y nosotros tenemos experiencia en esto”.


Cerrar la brecha
“El problema no es sólo construir una economía nueva, distinta, con mayor tecnología, etc, sino también evitar que esas brechas sigan existiendo, que se nos fuguen los cerebros, que se nos fuguen los capitales, que la gente no piense en el país sino en cuidar su dinero, que además lo cuidan mal porque aquellos que han invertido en plena crisis en Lehman Brother en Bernie Madoff -que fue unos de los principales estafadores del mundo, se llevo 500 millones de dólares de capitales argentinos- o en comprar propiedades en Miami que se deterioraron el 50 por ciento de su valor, cuando ese dinero podía haber sido invertido mucho más fructuosamente en la Argentina. Y las empresas multinacionales lo saben porque si han sacado mucho dinero del país es porque ese dinero se pudo hacer y tuvo grandes ganancias. Entonces esas ganancias le sirvieron para recuperar sus pérdidas en Europa y EEUU”
“Esa mentalidad tenemos que cambiar, hay una batalla cultural que estamos dando y tenemos que dar si queremos tener el país que merecemos y que nos da todas las posibilidades porque en pocos países tienen los recursos naturales y humanos que tiene Argentina”.


Inflación y el crecimiento
Rapoport no dejó pasar el problema de la inflación y su relación con el crecimiento; luego de hacer ver la diferencia entre la deflación de la década neoliberal –la que llevó a la crisis finalista de 2001, la peor de la historia con 25% de desocupación y 50% de pobreza; los estallidos hiperinflacionarios y los procesos con inflación de 100 a 300% del pasado y la realidad presente; especificó: “Otro problema es que con taza de crecimiento del 9 por ciento anual, como hubo hace cinco años, tienen que haber necesariamente pujas inflacionarias. Lo esencial de las épocas inflacionarias no son los salarios, son los precios fijados por los monopolios. No hay prácticamente ley antimonopólica en la Argentina, incluso en Estados Unidos hay. En la Argentina el único que planteó una ley antimonopólica fue el diputado John William Cooke. Bueno, este es un tema clave, establecer leyes antimonopólicas. Pero cuando uno habla de controles de precios, o cosas por el estilo, le saltan con los tapones de punta. En EE.UU. hubo control de precios; el Moreno de esa época fue el famoso John Benet Galver, que era el que manejaba el control de precios. Entonces, el tema continúa siendo una puja de intereses.

Pero acá no estamos hablando de hiperinflación, sino que estamos hablando de un fenómeno con tasa de crecimiento y recuperación de la economía. Si no, no se puede explicar el gasto que hacen los argentinos, últimamente en vacacionar, en turismo, en restoranes. No se puede olvidar que hubo un crecimiento de los salarios y de las jubilaciones. Entonces, frente a esto, evidentemente, el Gobierno tiene que tomar una medida para contener, pero no puede tener medidas de freno a la inversión pública. Tiene que ser al revés, tiene que haber mayor inversión por parte de sectores privados, tiene que haber un mayor control de los precios de estos sectores, como un sistema que se autoalimenta”.



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